Instálalo tú mismo: accesorios de baño fáciles de montar sin necesidad de un plomero
Actualizar el baño puede ser sencillo gracias a accesorios diseñados para instalarse sin herramientas ni experiencia, permitiéndote mejorar el espacio de forma rápida y práctica.
Hacer mejoras en el baño no siempre requiere la ayuda de un experto. Hoy en día, muchos accesorios están diseñados para instalarse fácilmente, sin herramientas complicadas ni conocimientos técnicos. Con un poco de paciencia y siguiendo las instrucciones, puedes renovar el aspecto y la funcionalidad de tu baño en poco tiempo.
Además, hacerlo tú mismo no solo te permite ahorrar dinero, sino también tener la satisfacción de ver el resultado final de tu propio trabajo. Aquí te contamos qué accesorios son más sencillos de colocar y algunos errores comunes que debes evitar para que todo funcione correctamente.
Nivel 1: Proyectos de decoración y orden (sin tocar agua)
Estos son los accesorios más sencillos, ya que no tienen ninguna conexión con el suministro de agua. Su instalación se centra en medir bien y fijar firmemente a la pared.
- El kit básico (toallero, portarrollo, ganchos): Este es el cambio más notable. Quitar esos viejos accesorios de plástico o metal oxidado y poner un juego nuevo y elegante (en cromo, negro mate o níquel cepillado) moderniza el baño al instante.
¿Cómo se instalan? Generalmente, solo necesitas un taladro, brocas, taquetes (incluidos en el kit) y un nivel. La clave es medir con precisión y asegurarte de que el nivel indique que está perfectamente horizontal antes de perforar.
- Repisas y estantes flotantes: Ideales para baños pequeños que necesitan espacio de almacenamiento. Puedes colocar repisas sobre el inodoro (un espacio casi siempre desperdiciado) o pequeñas repisas de esquina.
¿Cómo se instalan? Igual que el toallero: mides, nivelas, marcas, perforas e instalas.
- Espejos y botiquines: Cambiar un espejo simple por un botiquín con puerta de espejo es una de las mejoras más funcionales. Ganas almacenamiento oculto al instante.
¿Cómo se instalan? Es como colgar un cuadro pesado. Asegúrate de usar taquetes adecuados para el peso del botiquín y de que quede bien anclado a la pared.
Tip para inquilinos (renta): Si no puedes perforar, no hay problema, hoy en día existen líneas completas de accesorios (ganchos, toalleros, repisas de ducha) que usan adhesivos 3M o sistemas de succión de alta potencia. Son sorprendentemente fuertes y no dejan marca.
Nivel 2: Pequeña plomería
Nivel 2: Pequeña plomería
Aquí es donde la gente se asusta, pero no hay razón. Estos accesorios sí tocan el agua, pero no requieren modificar tuberías.
- La regadera (cabezal de ducha):
¿Cómo se instala? Cierra la llave de la regadera. Gira el cabezal de ducha antiguo hacia la izquierda (en contra de las manecillas del reloj) para quitarlo. Limpia bien la rosca del tubo que sale de la pared. Envuelve esa rosca con 3 o 4 vueltas de cinta de teflón en el sentido de las manecillas del reloj. Finalmente, enrosca tu nueva regadera con la mano hasta que quede firme.
- El grifo monomando del lavabo:
¿Cómo se instala?
Cierra el agua: Debajo de tu lavabo hay dos llaves pequeñas (llaves de paso). Gíralas hacia la derecha hasta que cierren por completo. Desconecta: Coloca una cubeta debajo y usa una llave (perico o llave inglesa) para desconectar las dos mangueras flexibles del grifo viejo. Quita el grifo: Por debajo, el grifo viejo está sujeto con una o dos tuercas. Quítalas y saca el grifo por arriba. Instala el nuevo: Limpia el área e introduce el grifo nuevo en el agujero. Fíjalo por debajo con las tuercas que trae. Conecta las nuevas mangueras a las llaves de paso (¡no olvides las mangueras de agua fría y caliente en su lugar correcto!). Abre las llaves de paso lentamente y revisa que no haya fugas.
Los errores más comunes (y cómo evitarlos)
Los errores más comunes (y cómo evitarlos)
Incluso los proyectos fáciles pueden salir mal si no prestas atención. Evita estos errores de novato:
- No cerrar las llaves de paso. Antes de desenroscar cualquier manguera de un grifo o inodoro, cierra las llaves de paso. Si olvidas esto, tendrás un chorro de agua a presión inundando tu baño en segundos.
- Apretar demasiado: Los accesorios de plomería son delicados. Las tuercas que conectan las mangueras o las que sujetan el grifo son a menudo de plástico o metal blando. Si las aprietas con todas tus fuerzas, puedes romperlas o barrer la rosca, causando una fuga. La regla es: "Aprieta con la mano hasta donde puedas, y luego dale un cuarto de vuelta más con la llave".
- Olvidar la cinta de teflón. Ese rollito blanco de cinta selladora es indispensable. Se usa en las roscas (como la de la regadera) para crear un sello perfecto y evitar goteos. Si no la usas, es casi seguro que tendrás una fuga pequeña pero molesta.
- No usar la broca correcta en azulejo. Si vas a perforar un azulejo para poner un toallero, no uses una broca normal para pared. El azulejo se estrellará. Necesitas una broca para azulejo o cerámica (con punta de flecha). Comienza a perforar muy despacio y sin percutor (sin el modo "martillo" del taladro).
- Instalar sin medir o sin nivel. No confíes en tu vista. Lo que parece derecho puede estar completamente chueco. Usa siempre un nivel de burbuja para tus toalleros y repisas. No hay nada peor que terminar la instalación y dar un paso atrás para ver que todo está inclinado.
Con un poco de paciencia y las herramientas correctas, puedes instalar la mayoría de los accesorios de tu baño tú mismo, ahorrando dinero y disfrutando de un espacio renovado por tu propio esfuerzo.